jueves, 5 de noviembre de 2015

Un sueño con Perón y Galileo

Un sueño con Perón y Galileo


Ayer soñé con el General, con Juan Domingo. Todo un síntoma para alguien no peronista como yo. De todos modos, no iba a desaprovechar esa oportunidad, así que me apresuré a preguntarle:

General, le dije:
- ¿el kirchnerismo es peronista?
- ¿Cambiemos es de derecha?
- ¿el kirchnerismo es de izquierda?
- ¿Cambiemos es peronista?

Con su típico tono de voz, el General me respondió:

"La situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar en una reconstrucción en la que no deba participar y colaborar. Este problema, como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos entre todos los argentinos o no lo arregla nadie. Por eso deseo hacer un llamado a todos, al fin y al cabo hermanos, para que comencemos a ponernos de acuerdo....
Necesitamos la paz constructiva, sin la cual podemos sucumbir como Nación. Que cada argentino sepa defender esa paz salvadora por todos los medios, y si alguno pretendiera alterarla con cualquier pretexto, que se le opongan millones de pechos y se alcen millones de brazos para sustentarlas por los medios que sean precisos. Sólo así podremos cumplir nuestro destino.
Hay que volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia. En la función pública no ha de haber cotos cerrados de ninguna clase y el que acepte la responsabilidad, ha de exigir la autoridad que necesita para defenderla dignamente. Cuando el deber está de por medio, los hombres no cuentan, sino en la medida que sirven mejor a ese deber. La responsabilidad no puede ser patrimonio de los amanuenses."

Quedé enmudecido y sólo atiné a decir: estoy sorprendido.

El General replicó: ¿Tenés celular?

¿Perdón?, le dije.

Tu celular, pibe, pasame tu número que te quiero mandar un whatsapp, dijo el General.

Al rato recibí un whatsapp de Perón con un link a la página de Cambiemos donde dice:

“A la Argentina que viene la vamos a hacer entre todos. Y la vamos a hacer mejor y más grande porque vamos a estar unidos. Respetando nuestras diferencias y discutiendo a veces sobre cuál es el mejor camino, pero sabiendo que compartimos un rumbo y un destino”.

Estoy desconcertado. Me siento como Galileo mirando por el telescopio peronista. Algunos querrán rotular el mundo para vivir en la tranquilidad del cosmos kirchnerista. Yo me declaro culpable, y como Galileo en voz baja digo para que se escuche bien fuerte: «Y sin embargo se mueve».


Creo que me estoy haciendo peronista en un momento donde todos están dejando de serlo.


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